Séptima parte: La experiencia del hijo
PART SEVEN A SON
I.- El derecho a la prole
1 THE RIGHT TO HA VE CHILDREN
Unos días más tarde Andrés se presentaba en casa de su tío. Gradualmente llevó la conversación a tratar de cuestiones matrimoniales, y después dijo:
—Tengo un caso de conciencia.
—¡Hombre!
—Sí. Figúrese usted que un señor a quien visito, todavía joven, pero hombre artrítico, nervioso, tiene una novia, antigua amiga suya, débil y algo histérica.
Y este señor me pregunta: ¿Usted cree que me puedo casar? Y yo no sé qué contestarle.
—Yo le diría que no —contestó Iturrioz—. Ahora, que él hiciera después lo que
quisiera.
—Pero hay que darle una razón.
—¡Qué más razón! Él es casi un enfermo, ella también, él vacila..., basta; que no se
case.
—No, eso no basta.
—Para mí sí; yo pienso en el hijo; yo no creo como Calderón, que el delito mayor
del hombre sea el haber nacido. Esto me parece una tontería poética. El delito mayor del hombre es hacer nacer.
—¿Siempre? ¿Sin excepción?
A FEW days later Andres paid a visit to his uncle.
He gradually brought the conversation round to
the subject of marriage and then said:
"I have a matter on my conscience."
"Really?"
"Yes. Imagine that one of my patients, a man who
is still young but is nervous and has gout, wishes to
marry an old friend who is weak and rather hysterical.
He asks me if he ought to marry, and I am at a loss for
an answer."
"I should tell him he ought not," answered Itrirrioz.
"And then let him do as he likes."
"But one must give a reaeon."
"What better reason than that he is almost an invalid
and so is she. Enough that he is in doubt: he should not
marry."
"No it is not enough."
"I think it is. I am thinking of the children. I do not
consider with Calderon that man's greatest crime is to
have been born. That seems to me a poetical absurdity.
Man's worst crime is to beget children."
"Always? Without exception?"
—No. Para mí el criterio es éste: Se tienen hijos sanos a quienes se les da un hogar,
protección, educación, cuidados... podemos otorgar la absolución a los padres; se tienen hijos enfermos, tuberculosos, sifilíticos, neurasténicos, consideremos criminales a los padres.
—¿Pero eso se puede saber con anterioridad?
—Sí, yo creo que sí.
—No lo veo tan fácil.
—Fácil no es; pero sólo el peligro, sólo la posibilidad de engendrar una prole
enfermiza, debía bastar al hombre para no tenerla. El perpetuar el dolor en el mundo me parece un crimen.
—¿Pero puede saber nadie cómo será su descendencia? Ahí tengo yo un amigo
enfermo, estropeado, que ha tenido hace poco una niña sana, fortísima.
"No, I judge as follows: if the case of healthy children
with a home, protection, education, and every care,
the parents may he acquitted; hut if the children are
weak, tubercular, neurasthenic, syphilitic, we must look
on the parents as criminals."
"But it can't he known beforehand."
"I think it can."
"It does not seem to me so easy."
"It is not easy. But the mere danger, the hare possibility
of having weak children should be enough to
deter a man. To propagate suffering seems to me a
crime."
"But can anyone know what his children will he like?
An invalid friend of mine has just had a daughter who
is very strong and healthy."
—Eso es muy posible. Es frecuente que un hombre robusto tenga hijos raquíticos y al contrario; pero no importa. La única garantía de la prole es la robustez de los padres.
—Me choca en un antiintelectualista como usted esa actitud tan de intelectual —dijo Andrés.
—A mí también me choca en un intelectual como tú esa actitud de hombre de mundo. Yo te confieso, para mí nada tan repugnante como esa bestia prolífica, que entre vapores de alcohol va engendrando hijos que hay que llevar al cementerio o que si no van a engrosar los ejércitos del presidio y de la prostitución. Yo tengo verdadero odio a esa gente sin conciencia, que llena de carne enferma y podrida la tierra. Recuerdo una criada de mi casa; se casó con un idiota borracho, que no podía sostenerse a sí mismo porque no sabía trabajar. Ella y él eran cómplices de chiquillos enfermizos y tristes, que vivían entre harapos, y aquel idiota venía a pedirme dinero creyendo que era un mérito ser padre de su abundante y repulsiva prole. La mujer, sin dientes, con el vientre constantemente abultado, tenía una indiferencia animal para los embarazos, los partos y las muertes de los niños. ¿Se ha muerto uno?
Pues se hace otro, decía cínicamente. No, no debe ser lícito engendrar seres que vivan en el dolor.
'Possibly. It frequently happens that a robust man
has weak children and the other way round; but that
does not matter: the one guarantee is the health of the
parents."
"I am surprised at finding an anti-intellectual like
you adopt so intellectual an attitude."
"'I am not less surprised to find an intellectual like you
adopt the attitude of a man of the world. I confess nothing
seems to me so repulsive as a drunken brute who goes
on begetting children who die or end in prisons and
brothels. I have a genuine hatred for these unscrupulous
people who fill the world with disease. I remember a
servant of mine, married to a drunken idiot unable to
work or support himself. They had a lot of sickly children
living in dirt and misery, and the idiot used to come
and ask me for money, thinking it a real merit to have
begotten his numerous and disgusting off spring. His wife,
toothless and prolific, showed the greatest indifference
as to the birth and death of her children. 'If one is dead
we can replace him,' she used to say cynically. No, it
cannot he right to beget children for a life of suffering."
—Yo creo lo mismo.
—La fecundidad no puede ser un ideal social. No se necesita cantidad, sino calidad. Que los patriotas y los revolucionarios canten al bruto prolífico, para mí siempre será un animal odioso.
—Todo eso está bien —murmuró Andrés—; pero no resuelve mi problema. ¿Qué le digo yo a ese hombre?
—Yo le diría: Cásese usted si quiere, pero no tenga usted hijos. Esterilice usted su matrimonio.
—Es decir, que nuestra moral acaba por ser inmoral. Si Tolstoi le oyera, le diría: Es usted un canalla de la facultad.
—¡Bah! Tolstoi es un apóstol y los apóstoles dicen las verdades suyas, que
generalmente son tonterías para los demás. Yo a ese amigo tuyo le hablaría claramente; le diría: ¿Es usted un hombre egoísta, un poco cruel, fuerte, sano, resistente para el dolor propio e incomprensivo para los padecimientos ajenos? ¿Sí? Pues cásese usted, tenga usted hijos, será usted un buen padre de familia... Pero si es usted un hombre
impresionable, nervioso, que siente demasiado el dolor, entonces no se case usted, y si se casa no tenga hijos.
Andrés salió de la azotea aturdido. Por la tarde escribió a Iturrioz una carta diciéndole que el artrítico que se casaba era él.
"I agree with you."
''Fecundity cannot be a social ideal. Quality, not
quantity, is what is wanted. Patriots and revolutionaries
may exalt prolific brutes but to me they will always
he odious animals."
"That is quite right," murmured Andres, "hut it does
not solve my problem. What answer am I to give my
man?"
"I should say to him: 'Marry if you wish, but sterilize
your marriage. "
'' So that our morality ends by being immoral. If Tolstoi
were to hear you he would denounce you as a vile
doctor."
"Bah, Tolstoi is an apostle, and apostles announce
their own truths, which are usually absurdities for other
people. If I were you I should speak frankly to your
friend. I should say: 'If you are selfish, rather cruel,
strong, healthy, able to support suffering, and indifferent
to the sufferings of other people, then marry and
have children; you will be an excellent father of a family.
If you are impressionable, nervous, and excessively
sensitive to suffering, then do not marry, or if you
marry, do not have children."
Andres was quite overwhelmed when he left the housetop.
That afternoon he wrote a letter to Iturrioz informing
him that the man with gout who was going to marry
was himself