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II.- Los amigos
2 FRIENDS

A principio de otoño, Andrés quedó sin nada que hacer. Don Pedro se había
encargado de hablar a sus amigos influyentes, a ver si encontraban algún destino para su hijo.
Hurtado pasaba las mañanas en la Biblioteca Nacional, y por las tardes y noches paseaba. Una noche, al cruzar por delante del teatro de Apolo, se encontró con Montaner.
—Chico, ¡cuánto tiempo! —exclamó el antiguo condiscípulo, acercándosele.
—Sí, ya hace algunos años que no nos hemos visto.
Subieron juntos la cuesta de la calle de Alcalá, y al llegar a la esquina de la de
Peligros, Montaner insistió para que entraran en el café de Fornos.

—Bueno, vamos —dijo Andrés.
Era sábado y había gran entrada; las mesas estaban llenas; los trasnochadores, de vuelta de los teatros, se preparaban a cenar, y algunas busconas paseaban la mirada de sus ojos pintados por todo el ámbito de la sala.

A UTUMN came and Andres was still without work.
Don Pedro had promised to speak to influential
friends to see if they could find a post for his son.
Hurtado spent the mornings at the National Library
and in the afternoons and evenings went for walks. One
night, passing in front of the Apollo Theatre, he met
Montaner.
"What a time since we met!" said his former fellow
student coming towards him.
"Yes, it is some years since we saw each other."
Together they went up the Calle de Alcala and on
reaching the corner of the Calle de Peligros, Montaner
insisted that they should go into the Fornos Cafe.
"Very well," said Andres.
It was a Saturday and the place was full; the tables
were all occupied; the theatre-goers had come in for
supper; and a few painted adventuresses were casting
their glances round the room.

Montaner tomó ávidamente el chocolate que le trajeron, y después le preguntó a
Andrés:
—¿Y tú, qué haces? —Ahora nada. He estado en un pueblo. ¿Y tú? ¿Concluiste la
carrera?
—Sí, hace un año. No podía acabarla, por aquella chica que era mi novia. Me
pasaba el día entero hablando con ella; pero los padres de la chica se la llevaron a
Santander y la casaron allí. Yo entonces fui a Salamanca, y he estado hasta concluir la carrera.

—¿De manera que te ha convenido que casaran a la novia?
—En parte, sí. ¡Aunque para lo que me sirve el ser médico!
—¿No encuentras trabajo?
—Nada. He estado con Julio Aracil.
—¿Con Julio?
—Sí.
—¿De qué?
—De ayudante.
—¿Ya necesita ayudantes Julio?
—Sí; ahora ha puesto una clínica. El año pasado me prometió protegerme. Tenía
una plaza en el ferrocarril, y me dijo que cuando no la necesitara me la cedería a mí.
—¿Y no te la ha cedido?
—No; la verdad es que todo es poco para sostener su casa.
—¿Pues qué hace? ¿Gasta mucho?
—Sí.

Montaner greedily drank the chocolate brought him
and then asked Andres:
"What are you doing now?"
266 THE TREE OF KNOWLEDGE
"Nothing at present. I have been in the provinces.
And you, have you taken your degree yet?"
"Yes, a year ago. What prevented me was that sweetheart
of mine; but her parents took her away to Santander
and married her there. After that I went to Salamanca
and was able to take my degree."
"So that your sweetheart being married to someone
else just suited you?"
"Yes, in a way; though of what use it is to be a fullblown
doctor, is not clear."
"You cannot find work?"
"Nothing. I was with Julio Aracil."
"With Julio?"
"Yes."
"In what capacity?"
"As his assistant."
"Does Julio need an assistant?"
"Yes, he has just set up a clinic. Last year he promised
me his protection. He had a post in a railway company
and promised to pass it on to me."
"And he failed to do so?"
"Yes; and the fact is that he needs all he can get for
his household expenses."
"Does he spend a great deal?"
"Yes."

—Antes era muy roñoso.
—Y sigue siéndolo.
—¿No avanza?
—Como médico poco, pero tiene recursos: el ferrocarril, unos conventos que visita; es también accionista de “La Esperanza”, una sociedad de ésas, de médico, botica y entierro; y tiene participación en una funeraria.

—¿De manera que se dedica a la explotación de la caridad?
—Sí; ahora, además, como te decía, tiene una clínica que ha puesto con dinero del
suegro. Yo he estado ayudándole; la verdad es que me ha cogido de primo; durante más de un mes he hecho de albañil, de carpintero, de mozo de cuerda y hasta de niñera; luego me he pasado en la consulta asistiendo a pobres, y ahora que la cosa empieza a marchar, me dice Julio que tiene que asociarse con un muchacho valenciano que se llama Nebot, que le ha ofrecido dinero, y que cuando me necesite me llamará.

—En resumen, que te ha echado.
—Lo que tú dices.
—¿Y qué vas a hacer?
—Voy a buscar un empleo cualquiera.
—¿De médico?
—De médico o de no médico. Me es igual.
—¿No quieres ir a un pueblo?
—No, no; eso nunca. Yo no salgo de Madrid.
—Y los demás, ¿qué han hecho? —preguntó Andrés—. ¿Dónde está aquel Lamela?
—En Galicia. Creo que no ejerce, pero vive bien. De Cañizo no sé si te acordarás...
—No.

"He used to be very tight."
"He is still."
"He makes little progress then?"
"Not as a doctor; but he has various sources of
revenue: the railway, some convents that he visits, and
shares in oneú of those companies which unite the services
of doctor, chemist, and undertaker, called "Hope";
he also has shares in a funeral establishment."
"So he is devoting himself to the exploitation of
benevolence?"
"Yes; but now, as I told you, he has set up a clinic
with his father-in-law's money. I acted as his assistant;
the truth was, he simply treated me as though I were
a fool. For over a month I was mason, carpenter, porter,
and even nurse; then I was taken into the consultingroom
to attend to the poorer patients; and just when
things were going better he tells me that he is obliged
to take into partnership a young Valencian named Nebot
who has offered him money, and that when he requires
my services, he will send for me."
"In fact he turned you out."
"Exactly."
"And what are you going to do?"
"Look for a job."
"As doctor?"
"As doctor or not; it's all the same to me."
"You would not go into the provinces?"
"No, never; I refuse to leave Madrid."
"And what has become of the others?" asked Andres.
"Where is Lamela now?"
"In Galicia. I do not think he practises, but he lives
well. I do not know whether you remember Cafiizo."
"No."

—Uno que perdió curso en anatomía.
—No, no me acuerdo.
—Si lo vieras, te acordarías en seguida —repuso Montaner—. Pues este Cañizo es
un hombre feliz; tiene un periódico de carnicería. Creo que es muy glotón, y el otro día me decía: "Chico, estoy muy contento; los carniceros me regalan lomo, me regalan filetes... Mi mujer me trata bien; me da langosta algunos domingos".

—¡Qué animal!
—De Ortega sí te acordarás.
—¿Uno bajito, rubio?
—Sí.
—Me acuerdo.
—Ése estuvo de médico militar en Cuba, y se acostumbró a beber de una manera
terrible. Alguna vez le he visto y me ha dicho: "Mi ideal es llegar a la cirrosis alcohólica y al generalato".

—De manera que nadie ha marchado bien de nuestros condiscípulos.
—Nadie o casi nadie, quitando a Cañizo con su periódico de carnicería, y con su
mujer que los domingos le da langosta.

"A student who failed in anatomy."
"No, I don't remember him."
"If you saw him you would recognize him at once,"
replied Montaner. "Well, this Cafiizo runs a butchers'
newspaper. I think he is a great glutton, the other day
he said to me: 'Old boy, I am very fortunate, the butchers
send me chops and steaks; my wife gives me excellent
dinners; some Sundays she even gives me lobster.'"
"What a brute!"
"Ortega at least you will remember."
"Short, fair-haired?"
"Yes.''
"I remember.''
"He went out to Cuba as an army doctor and got into
the habit of drinking terribly. I occasionally meet him;
he has told me that he aims at alcoholic cirrhosis and
the rank of general."
"So that none of the students of our time have turned
out well.''
FRIENDS 269
"Scarcely anyone, with the exception of Cafiizo,
editor of a butchers' sheet, whose wife gives him lobster
of a Sunday."

—Es triste todo eso. Siempre en este Madrid la misma interinidad, la misma
angustia hecha crónica, la misma vida sin vida, todo igual.
—Sí; esto es un pantano —murmuró Montaner.
—Más que un pantano es un campo de ceniza. ¿Y Julio Aracil, vive bien?
—Hombre, según lo que se entienda por vivir bien.
—Su mujer, ¿cómo es?
—Es una muchacha vistosa, pero él la está prostituyendo.
—¿Por qué?
—Porque la va dando un aire de “cocotte”. Él hace que se ponga trajes exagerados, la lleva a todas partes; yo creo que él mismo la ha aconsejado que se pinte. Y ahora prepara el golpe final. Va a llevar a ese Nebot, que es un muchacho rico, a vivir a su casa y va a ampliar la clínica. Yo creo que lo que anda buscando es que Nebot se entienda con su mujer.

—¿De veras?
—Sí. Ha mandado poner el cuarto de Nebot en el mejor sitio de la casa, cerca de la alcoba de su mujer.

"It is all very sad. There is always the same chronic
inaction and distress here at Madrid, the same lifeless
life."
"Yes, it's like a slough," murmured Montaner.
"It's more like a field of ashes. And Julio Aracil, does
he live well?"
"That depends on what you mean by living well."
"What is his wife like?"
"She's a smart girl, but he is ruining her."
"How so?"
"He is giving her the air of a cocotte. He makes her
dress extravagantly and takes her everywhere. I believe
it is he who encourages her to paint her face. He
is now preparing the final blow. He is taking this Nebot,
a rich young man, into his house and is going to enlarge
the clinic. I believe his real object is that Nebot
should make love to his wife."
"No!"

—¿De veras?
—Sí. Ha mandado poner el cuarto de Nebot en el mejor sitio de la casa, cerca de la alcoba de su mujer.

—Demonio. ¿Es que no la quiere?
—Julio no quiere a nadie, se casó con ella por su dinero. Él tiene una querida que es
una señora rica, ya vieja.
—¿De manera que en el fondo, marcha?
—¡Qué sé yo! Lo mismo puede hundirse que hacerse rico.

Era ya muy tarde y Montaner y Andrés salieron del café y cada cual se fue a su
casa.
A los pocos días Andrés encontró a Julio Aracil que entraba en un coche.
—¿Quieres dar una vuelta conmigo? —le dijo Julio—. Voy al final del barrio de
Salamanca, a hacer una visita.
—Bueno.
Entraron los dos en el coche.
—El otro día vi a Montaner —le dijo Andrés.
—¿Te hablaría mal de mí? Claro. Entre amigos es indispensable.
—Sí parece que no está muy contento de ti.
—No me choca. La gente tiene una idea estúpida de las cosas —dijo Aracil con voz colérica—. No quisiera más que tratar con egoístas absolutos, completos, no con gente sentimental que le dice a uno con las lágrimas en los ojos: Toma este pedazo de pan duro, al que no le puedo hincar el diente, y a cambio convídame a cenar todos los días en el mejor hotel.

"Yes. He has given Nebot a room in the best part of
the house, near his wife's bedroom."
"But is he not fond of her?"
"He is fond of nobody. He married her for her money.
He has a mistress who is old and wealthy."
"So that he is really prosperous?"
"I'm not sure. He may become rich, he may ruin
himself."
It had grown late, and Montaner and Andres left the
cafe and went home.
A few days later Andres met Julio Aracil as he was
getting into his carriage.
"Come for a drive with me," he said. "I am going to
pay a visit in the Salamanca quarter."
"All right."
They both got into the carriage.
"I saw Montaner the other day," said Andres.
"And he spoke ill of me? Naturally, as a friend."
"Yes; he does not appear to be on good terms with
you."
"I am not surprised. People are so stupid," said Aracil
in an angry voice. "I would like to have to do exclusively
with perfect egoists and not with sentimental
people who say to one with tears in their eyes: 'Take
this stone-hard crust and in return invite me to dinner
every day_ at the best hotel.'"

Andrés se echó a reír.
—La familia de mi mujer es también de las que tienen una idea imbécil de la vida
—siguió diciendo Aracil—. Constantemente me están poniendo obstáculos.
—¿Por qué? —Nada. Ahora se les ocurre decir que el socio que tengo en la clínica,
le hace el amor a mi mujer y que no le debo tener en casa. Es ridículo. ¿Es que voy a ser un Otelo? No; yo le dejo en libertad a mi mujer. Concha no me ha de engañar. Yo tengo confianza en ella.

—Haces bien.
—No sé qué idea tienen de las cosas —siguió diciendo Julio— estas gentes chapadas a la antigua, como dicen ellos. Porque yo comprendo un hombre como tú que es un puritano. ¡Pero ellos! Que me presentara yo mañana y dijera: Estas visitas, que he hecho a don Fulano o a doña Zutana, no las he querido cobrar
porque, la verdad, no he estado acertado... ¡toda la familia me pondría de imbécil hasta las narices!

Andres began to laugh.
"My wife's family also has an idiotic view of life,"
went on Aracil. "They are constantly putting difficulties
in my way."
"How so?"
"Well, their latest is to say that my partner is making
love to my wife and that he should not remain in the
house. It's ridiculous. Am I to be an Othello? No, I prefer
to alow my wife freedom; Concha will not betray
me, I can trust her."
"Quite right."
"I don't know what idea they have of things," went on
Julio, "these people who claim to be old-fashioned. A
puritan like you is quite within my comprehension, but
those others are entirely beyond me! Were I to say to
them that I had refused to receive a fee for visits in
which I had not been successful the whole family would
call me a fool to my face."

—¡Ah! No tiene duda.
—Y si es así, ¿a qué se vienen con esas moralidades ridículas?
—¿Y qué te pasa para necesitar socio? ¿Gastas mucho?
—Mucho; pero todo el gasto que llevo es indispensable. Es la vida de hoy que lo
exige. La mujer tiene que estar bien, ir a la moda, tener trajes, joyas... Se necesita
dinero, mucho dinero para la casa, para la comida, para la modista, para el sastre, para el teatro, para el coche; yo busco como puedo ese dinero.
—¿Y no te convendría limitarte un poco? —le preguntó Andrés.
—¿Para qué? ¿Para vivir cuando sea viejo? No, no; ahora mejor que nunca. Ahora que es uno joven.
—Es una filosofía; no me parece mal, pero vas a inmoralizar tu casa.
—A mí la moralidad no me preocupa —replicó Julio—. Aquí, en confianza, te diré
que una mujer honrada me parece uno de los productos más estúpidos y más amargos de la vida.
—Tiene gracia.
—Sí, una mujer que no sea algo coqueta no me gusta. Me parece bien que gaste,
que se adorne, que se luzca. Un marqués, cliente mío, suele decir: Una mujer elegante debía tener más de un marido. Al oírle todo el mundo se ríe.
"Oh, certainly."
"And that being so, what is the point of their ridiculous
morality?"
"Why do you need a partner? Are your expenses very
high?"
"Yes, but all absolutely necessary. Modern life demands
it. One's wife must be well and fashionably
dressed; dresses, jewels. A great deal of money is required
for household expenses, for food, the dress-maker,
the tailor, the theatre, the keeping of a carriage. I make
the money as best I can."
"Would it not be better to moderate your expenses?"
asked Andres.
"What for? In order to live well when one is old? No,
no, this is the best time, when one is young."
"That's an excellent philosophy of its kind. But your
household will become immoral."
"I am not greatly concerned with morality," answered
Julio. "Between ourselves I may say that to me an
honest woman seems one of the stupidest and bitterest of
things in Nature."
"How amusing!"
"Yes; a woman who is not something of a coquette
does not appeal to me. I like her to spend, and adorn
herself, and shine. A patient of mine, a marquis, is in
the habit of saying that a stylish woman should have
more than one husband. The remark makes everyone
laugh."

—¿Y por qué?
—Porque su mujer, como marido no tiene más que uno; pero, en cambio, amantes
tiene tres.
—¿A la vez?
—Sí, a la vez; es una señora muy liberal.
—Muy liberal y muy conservadora, si los amantes le ayudan a vivir.
—Tienes razón, se le puede llamar liberal-conservadora.
Llegaron a la casa del cliente.
—¿Adónde quieres ir tú? —le preguntó Julio.
—A cualquier lado. No tengo nada que hacer.
—¿Quieres que te dejen en la Cibeles?
—Bueno.
—Vaya usted a la Cibeles y vuelva —le dijo Julio al cochero.
Se despidieron los dos antiguos condiscípulos y Andrés pensó que por mucho que subiera su compañero no era cosa de envidiarle.

"Why?"
"Because his own wife may have only one husband,
but she has three lovers."
"At one and the same time?"
"Yes; she is a very liberal lady."
"Both liberal and conservative, if her lovers maintain
her."
"You're right; she may be called a Liberal-Conservative."
They arrived at the patient's house.
"Where do you wish to go?" asked Julio.
"Anywhere. I have nothing to do."
"Would you like to be put down at the Cibeles fountain?"
"All right."
"Drive to the Cibeles fountain and then come back,"
said Julio to the coachman.
The two old fellow students took leave of each other,
and Andres thought that however successful his friend
might become, he was not to be envied.







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